En vista de los últimos resultados me veo obligado a volver al short-stack, lento pero seguro.
Me costará mucho más, o no, puesto que últimamente sólo estaba teniendo importantes pérdidas, para llegar a los dichosos 100$ para poder participar en las mesas NL4.
Se puede apreciar claramente en la gráfica la mala gestión realizada por el Big-Stack
Por lo que ahora regreso a la antigua estrategia y seguiré las siguientes pautas:
1) Entraré en un máximo de 6 mesas, normalmente 5.
2) Estaré con la mitad del máximo del stack permitido, 1$ en NL2.
3) En caso de superar los 1,20$, o más, abandonaré la mesa para entrar en otra de sólo 1$. De esta forma me iré asegurando el dinero ganado en botes para así no entrar en alguna mano y poder perder más bote del deseado.
4) En el momento que llegue a los 2$ de ganancias diario, dejaré automáticamente de jugar hasta la jornada siguiente.
5) En caso de perder 4 botes seguidos sin ninguna victoria, dejaré automáticamente de jugar hasta la jornada siguiente. Este acto se anulará si no llega a 4 botes perdidos y gano alguno. En este caso se ganará un bote y tendré que perder dos más.
6) Esta estrategia seguirá vigente hasta llegar la cifra del bankroll de 80$. En este caso volveré al Big-Stack para prepararme seriamente para el NL4.
